¿Qué es procrastinar?
La palabra procrastinar, deriva del latín “procrastinare” y significa: postergar hasta mañana. El típico “mañana lo hago”, vendría a ser nuestra traducción en la actualidad.
Muy relacionado con el auto sabotaje (a veces inconsciente), se trata de ir en contra de aquello que nos habíamos propuesto hacer.
¿Por qué procrastinamos?
Te bloqueas 2 horas para realizar una tarea y justamente son las 2 horas más creativas de tu jornada ya que tu cabeza empieza a inventar planes y planes que no pueden esperar. Por ejemplo; “¿y si pusiera una lavadora?”, “voy a escribir a mi amigo que hoy es su cumpleaños”, “últimamente no como fruta, voy a hacerme un zumo”, “a ver si hay cartas en el buzón…” ¿te suena verdad?
A menudo nos proponemos realizar una tarea y cuando llega el momento la dejamos para más tarde . Y es que en ocasiones, las excusas son varias (pereza, cansancio, falta de motivación…) pero la realidad es que está en juego un plan B que valoramos más (aunque sea a corto plazo).
Causas que te llevan a procrastinar
Aunque tengamos tendencias, no siempre es el mismo motivo que nos lleva a postergar o auto sabotearnos. A continuación, te dejo algunas causas que pueden estar en juego. Detectarlas te ayudarán a gestionar tu aplazamiento;
- La fuerza del hábito: el “siempre se ha hecho así”, la inercia o las adicciones juegan un papel crucial en la postergación.
- La Comodidad: el “no esfuerzo” o la satisfacción a corto plazo a menudo nos invita a postergar.
- Baja autoconfianza: la inseguridad o miedo también puede ser un motivo para procrastinar “no me presento al examen y así no suspendo”.
- Culpabilidad: me castigo, no me siento merecedor de algo o alguien.
- Pérdidas: siempre que elegimos un plan, renunciamos a otro. Cumplir con mi compromiso implica dejar de lado otros planes quizá más apetitosos en el momento.
- Necesidades básicas insatisfechas: quizá en el momento de cumplir con mi propósito, existe una necesidad mía no satisfecha que necesito atender (sueño, hambre, descanso, protección, atención…). ¿Recuerdas la pirámide de Maslow? Él dice que, sin las necesidades básicas satisfechas, no podemos poner atención en las necesidades de niveles superiores.
La rueda de la postergación
Curiosamente, cuando nos encontramos en un círculo de postergación o procrastinación, damos vueltas dentro de la siguiente rueda:
1. Existe una acción que me propuse hacer y no estoy haciendo.
2. Me siento culpable por no estar haciéndolo.
3. Me castigo
4. Convierto la tarea en una obligación “tengo que” más que una elección “quiero”
5. Pierdo la motivación o placer que podría aportarme la acción a realizar.
6. Ahora que no tengo motivación, requiere un esfuerzo importante llevarlo a cabo.
7. Se ha convertido en un esfuerzo tan grande que decido: postergar.
8. La rueda vuelve a empezar
Y ahora te preguntarás… ¿cómo lo hago para salir de esta rueda? CON UNA ACCIÓN. Pues resulta que romper la rueda con una acción, empezar, “ponerse” … hace que salgas de ella y puedas poco a poco sentir la motivación y el placer de la actividad. Si necesitas más tips para gestionar el procrastinar puedes leer este enlace.
¿Qué ganas y qué pierdes al procastinar?
Efectivamente, el ser humano es muy listo, no procrastina sólo por pereza o dejadez… lo hace porque está obteniendo algo mejor por otro lado y elige la otra opción. Veamos algunos ejemplos;
- Ejemplo 1; María se había propuesto no comer más chocolate durante 1 mes pero come un trozo, procrastinando su compromiso de “no comer chocolate durante un mes”. Beneficio de la postergación: placer gustativo.
- Ejemplo 2; Juan había cuadrado su horario semanal dejando un espacio de 17 a 18h para hacer las facturas y a las 17h aparece su amigo Lucas invitándole a jugar un partido de pádel. Decide jugar el partido de pádel y postergar sus facturas. Beneficio de la postergación: ponerse en forma y disfrutar.
- Ejemplo 3; Manuel había decidido llegar puntual a la cita con amigos y no lo cumple, pues, de forma inconscientemente sabe que si llega tarde le prestarán atención. Beneficio de la postergación: atención.
- Ejemplo 4; Juan estaba aparentemente comprometido a salir a correr cada día a las 8 de la mañana, pues así se pondría en forma y obtendría los múltiples beneficios del deporte. Suena el despertador, lo para y sigue durmiendo. Beneficio de la postergación: comodidad.
Como hemos visto, siempre hay algo que ganamos y algo que perdemos ante una postergación. Lo importante es que analicemos y seamos conscientes de nuestra elección. Por eso, la próxima vez que te “pilles” procrastinando, te invito a pregúntate: ¿ que ganas y qué pierdes en cada una de las opciones que tienes en mente? ¿ Con cual de las dos opciones te quieres comprometer?
Conclusiones del coach sobre procastinar
Como ya sabes, los coach no tenemos juicio (nada está bien o mal), por lo tanto, no seré yo quién te animará a dejar de procrastinar o a seguir haciéndolo. Es una decisión individual que va relacionada con tus prioridades o elecciones de vida. Si eliges vivir una vida dedicada al placer inmediato, procrastinar es tu gran aliada. Si, por el contrario, te marcas objetivos a largo plazo que quieres cumplir, quizá te vendrá bien practicar los anteriores ejercicios para gestionar la postergación.
No obstante, si no consigues practicar el autocontrol cómo te gustaría… puedo ayudarte a través de un proceso de coaching individual. ¡Escríbeme!
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