Hoy quiero hablar de un tema muy interesante y que descubrirlo me ha permitido ver caminos nuevos y emocionantes; las creencias.

¿Que es una creencia? Es la idea que tengo sobre como “funciona el mundo” y como debo comportarme en él. Pienso que lo que yo creo es “verdad absoluta” y no lo cuestiono. Las creencias no son hechos.

Cristina Monge Coach

Algunos ejemplos de creencias;

– La gente con dinero es mala.
– Si no hago lo que me piden, se enfadarán.
– Tener muchos amigos es mejor que tener pocos.
– Las personas muy simpáticas esconden algo detrás.
– Si trabajo menos de ocho horas nunca seré rico.

Lo interesante de las creencias es que muchas veces no sabemos que lo son. Se disfrazan de “verdades” para que no se te ocurra ponerlas en duda. Su función es protegerte, pero algunas veces, te limitan. En coaching hablamos de creencias posibilitadoras o limitantes.

He leído muchos libros que hablan sobre creencias, pero hay uno en concreto que las trata de una forma muy entendible y que personalmente me gusta mucho. Lo compré por dos euros en una paradita de la calle y ha resultado ser una de mis joyas más preciadas.  El libro se llama “Pide y recibirás” y habla sobre como se materializan nuestras creencias = aquello que yo creo, se convierte en verdad. Esto está relacionado con la profecía autocumplida, te la explicaré en otro post.

¿Y que pinta el coach en todo esto?

El coach se dedica a identificar creencias, “cazarlas”, y mostrárselas al cliente. Las detecta a partir de lo que dices, tu lenguaje está cargado de creencias.
No nos importa que tipo de creencias tiene nuestro cliente (el coach no juzga), pero se las mostramos para que él/ella decida si le esta limitando o posibilitando a la hora de conseguir su objetivo.

Muchas veces pensamos que para conseguir cambiar una situación necesitamos grandes esfuerzos, y se trata simplemente de cambiar una creencia que “ni se te había ocurrido” ponerla en duda.

Un ejemplo:

Estás muy preocupado porque tienes que comprar una agenda de color azul a tu exigente jefe. Te quedan solo tres horas y no la encuentras en ninguna tienda. Estás desesperado; has visitado todas las tiendas del barrio, online no llega a tiempo, y a fabricarla manualmente tampoco. ¡Horror! No ves salida.De repente te encuentras a tu compañera de trabajo por la calle y le cuentas la situación. Tu colega te pregunta: ¿porque tiene que ser azul?
A lo que tus contestas: la que tenía antes era azul, y él es una persona de costumbres.

A las tres horas no tienes agenda, decides comprar una roja (por si es del Barça) y entras al despacho de tu jefe casi llorando. Le regalas una agenda roja explicándole que la puede cambiar por otro color, que el azul se había agotado etc, etc etc,
Tu jefe te responde: ¡Genial! ¡Tenía ganas de un color más vivo! estoy cansado del azul.

¿Que había pasado? Tu creencia te estaba limitando. Dabas por sentado “algo” sin ponerlo en duda.

¿Te gustaría detectar tus creencias? ¿Ponerlas en duda? ¿Trabajarlas?

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Gracias