En este post hablaré de los tipos de escucha, y empezaré contando una situación cotidiana para que lo entendáis mejor:

Escucha activa

Antonia está preparando unos macarrones con tomate que le están saliendo de muerte. No sabe si poner el tomate natural o de bote; natural quedará más rico, pero de bote terminará antes. No recuerda si ha comprado queso para gratinar, quizá tendría que llamar a su vecina por si le presta un poco de queso. Se está quemando la cebolla y el agua ya está hirviendo.

De mientras su hijo Tomás de trece años, le está contando la excursión que hizo esa mañana. Antonia cada tres o cuatro frases de Tomás dice (ajá), para que él entienda que ella está escuchando.

– Tomás: – Mamá no me estás escuchando.
– Antonia: – Si hijo, ¿como que no?
– Tomás: – ¿Que te he contado?
– Antonia: – Pon la mesa que la comida está casi lista.

¿Qué ha pasado? Tomás ha detectado la escucha fingida de su madre.
¿Esto significa que la madre de Tomás no le escucha nunca con atención? Para nada. En ese momento, en esa situación, Antonia usó una escucha fingida porque está pensando en como cocinar los macarrones.

¿Sabes que existen diferentes tipos de escucha, y tú, las has usado todas en algún momento?

Seguro que muchas veces te has preguntado: ¿soy buen/a comunicador/a?
Pero pocas veces te cuestionas: ¿soy buen/a escuchador/a?

Hay miles de cursos centrados en trabajar el don de la palabra en todas sus variantes: hablar en público, el habla y el gesto, como preparar un buen discurso… y está muy bien porque es importante. Pero no debemos olvidar la relevancia de una buena escucha y las consecuencias que esta tiene en los demás.

A todos nos gusta que nos escuchen, sobretodo en momentos en que necesitamos desahogarnos… ¡y que bien va! …pero ¿como escuchamos nosotros?

Te voy a decir un secreto: cuando no escuchas se nota. Siempre.

Usamos diferentes tipos de escucha, y según la situación en la que nos encontramos, el interés que tenemos por un tema u otros factores, usamos una u otra.

A continuación, os dejo un breve resumen de los tipos de escucha que existen;

– Escucha biológica: Oigo, pero no escucho. Es como si tuviera la tele de fondo.
– Escucha fingida: Hago ver que escucho. Yo estoy pensando en mis cosas.
– Escucha selectiva: Escucho lo que a mi me interesa. Interrumpo y te pregunto sobre lo que yo quiero saber de lo que me cuentas. Me quedo con un trozo de lo que me estás contando.
– Escucha activa: Busco comprender. Estoy atento a lo que me cuentan. No presto atención a la emoción del que habla.
– Escucha empática: Escucho la historia y la emoción desde donde me hablan. Me pongo las gafas de la otra persona. Escucho desde el mismo nivel.

En coaching usamos la escucha empática; aquello que nos dice el/la cliente/a y aquello que no nos dice (la emoción).

¿Te gustaría hacer un test para saber cual es tu nivel de escucha predominante?

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Gracias.