Un ejemplo de coaching es lo que necesitaba encontrar la primera vez que hice coaching como clienta. Y recuerdo que no la encontré (hace muchos años). Por este motivo, escribiré este post con un ejemplo basado en casos reales, para que tengas una idea que te sirva.
Antes de ponerte el ejemplo de coaching… quiero que leas esto
Cuando tenemos una creencia (algo que creo que es verdad pero no lo es), puede que esta sea posibilitado (nos ayuda) o limitante (nos perjudica).
Si yo pienso «tengo la fuerza de Superman» y esto me está ayudando en mí día a día a conseguir mis objetivos, genial, no lo tocamos.
Ahora bien… ¿qué pasa cuando en las sesiones de Coaching, nos encontramos con creencias que están limitando al cliente/a a conseguir sus objetivos? las trabajamos.
A continuación podrás leer un ejemplo de coaching basado en hechos reales de «Manuel» (nombre ficticio) líder de un equipo.
Ejemplo del proceso de coaching de Manuel:
En una de las sesiones de coaching, a través de su discurso, escucho esta creencia de Manuel se la muestro:
«Si pido ayuda a mi equipo me verán una persona débil y no me respetarán»
Una creencia es como una semilla, es lo que va primero. A partir de ella, se desencadenarán una serie de emociones, acciones y efectos a nuestro alrededor. Cuando cambiamos esta semilla, se transforma todo lo demás.
El comportamiento de Manuel desde esta creencia
Con este pensamiento de base, lo que hacía Manuel era ponerse el disfraz de otra persona para que lo vieran un tipo fuerte y valiente (pues él pensaba que pedir ayuda era ser débil). Así pues, se mostraba ante su equipo frío y duro.
Consecuencias de la creencia de Manuel
El hecho de que Manuel se comportara así frente a su equipo, producía una serie de consecuencias e impacto a su alrededor. Por ejemplo, al no ser auténtico con su equipo, no transmitía confianza y las personas no se atrevían a contarle las cosas.
También, perdía energía representando un personaje que no era él, y andaba todo el día cansado y desanimado haciendo que la eficiencia de su trabajado disminuyera.
Otra consecuencia era que intentaba resolverlo todo sólo, en lugar de llevar a cabo la función de líder (gestionar a personas para que obtengan resultados). De esta forma, trabajaba muchísimas horas al día (agotamiento mental) y aún así le faltaba tiempo.
Tampoco construía relaciones sólidas con su equipo, y se sentía aislado y desanimado.
Y, sí sabemos que los resultados de un equipo van estrechamente ligados al estado del líder…¿puedes imaginar cómo eran los resultados de este equipo?
La nueva creencia de Manuel en el ejemplo de coaching
En una de las sesiones de coaching, acompañé a Manuel a remodelar su creencia para convertirla en una más posibilitadora.
Esto no es un proceso de (tacho la creencia vieja y pongo una nueva). Si fuera así de fácil, no necesitaríamos un coach que nos acompañara. Necesitamos creernos la nueva creencia y eso requiere primero buscarla.
Cuando Manuel se dio cuenta de que las personas que él consideraba fuertes y exitosas, también pedían ayuda, su creencia se destruyó, y pudo dar paso a la siguiente creencia.
«Mostrar mi vulnerabilidad me hace fuerte y las personas siguen respetándome»
Impacto de la nueva creencia
Con este nuevo pensamiento de base, Manuel cambió su forma de sentirse ante «pedir ayuda» y en consecuencia cambió también su forma de actuar. Empezó a pedir ayuda.
También, abandonó su disfraz de «tipo duro y frío», para mostrarse auténtico y tal como es. Esto hizo que su equipo se sintiera mucho más conectado a él y, sobretodo en un espacio de confianza.
Sus colaboradores empezaron a comunicarle sus problemas, preocupaciones y necesidades para poder trabajar mejor. Así pues, él pudo ayudar a desarrollar el máximo potencial de sus colaboradores.
Además, ahora se siente incluido y motivado con su equipo, el clima laboral ha cambiado para bien.
¿Puedes imaginar cómo son ahora los resultados del equipo? ¡están que explotan!
¿Has probado ya una sesión de coaching? no te quedes sólo con el ejemplo de coaching
Deja de darle vueltas, prueba una primera sesión de coaching conmigo. Si te gusta, empezamos tu proceso. Sino, lo dejamos sin compromiso. Así de fácil.
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