La motivación puede jugarnos una mala pasada al volver de vacaciones, el hecho de haber desconectado y dedicado un espacio de tiempo a conectar con nosotros mismos provoca cambios en lo más profundo de nuestro ser y en consecuencia en el campo de las acciones.
A lo largo de este artículo encontrarás algunas recomendaciones que te pueden ayudar en esta cuesta de setiembre o en el llamado “síndrome post vacacional”.
Diferencia entre motivación intrínseca y extrínseca
Antes de adentrarnos a resolver tus problemas de motivación, me gustaría explicarte la diferencia entre la motivación intrínseca i la extrínseca. La primera es la que nace de dentro de nosotros y no depende de ningún factor externo. Lo que ganamos alimentando este tipo de motivación son elementos íntimos (independencia, fuerza interior, más autoestima, confianza…)
En cambio, la motivación extrínseca te lleva a obtener ganancias o beneficios externos (que están fuera de ti), como por ejemplo más dinero, más amigos, validación externa o reconocimiento de los demás.
¿De momento, en cual de las dos motivaciones estás en este momento? ¿Cuál de ellas necesitas aumentar? Te invito a realizar este análisis para tomar consciencia de tu situación.
Existe una tercera motivación llamada trascendente, puedes saber más sobre ella en este artículo: Motivación trascendente
¿Qué hacer cuando no existe «la xispa» o está en un grado muy bajo?
Habías decidido ir a por un objetivo o transitar un proceso, pero a mitad de camino te quedas sin motivación (o con muy poca). O quizá, vuelves de vacaciones y aquello que antes te ilusionaba y motivaba ha dejado de hacerlo.
¿Y qué difícil se vuelve cada pequeño pasito sin motivación verdad? Pues abre bien los oídos porque te explicaré un tip muy muy fácil y a la vez muy muy poderoso para subir la motivación.
Imagina que la motivación es una ensalada de arroz. Pasas un rato cocinando y cuando por fin te dispones a provarla…uix… “no te acaba de”.
¿Qué harás? Te preguntarás qué le tienes que añadir a la ensalada o que le tienes que sacar. ¿Verdad?
Lo mismo pasa con tu objetivo. Así que pregúntate:
– ¿Qué necesito añadir a mi plan para qué me motive?
– ¿Qué necesito eliminar o reducir?
Con estos pequeños cambios pueden marcar grandes cambios en tu motivación. ¡Pruébalo! Y cuéntame los resultados.
Revisa el «para qué»
Otro elemento básico relacionado con la motivación es el motivo por el que queremos conseguir el objetivo, lo que en coaching llamamos el “para qué”. Si este “para qué” no es del todo importante para nosotros, no conseguiremos estar motivados/as.
Usando el “para qué” puedes hacer 2 cosas:
1. Revisa si tu “para qué” realmente te motiva. Si te motiva a medias quizá es el momento de plantearte un cambio o rediseño de tu objetivo final.
Ejemplo: Quiero ganar esta comisión extra de 10.000€.
– ¿Para qué? Para vivir mejor…. (el para qué es generalista, no está definido).
– ¿Para qué? Para poder llevar a mi hijo a Disneyland París que le hace mucha ilusión. (El para qué está definido y es un valor muy importante para mi).
2. En el caso de que tu “para qué” realmente te motive, úsalo cómo visualización mental cuando la motivación te baje.
Ejemplo: estás realizando una llamada de venta para conseguir un extra de 10.000€ y sientes que no quieres hablar más con el cliente. Imagínate la cara de tu hijo entrando en el parque de atracciones. Vas a sentir como tu motivación por seguir esa llamada de venta sube hasta el infinito.
¡Ponte en acción para subir tu motivación!
¿Has oído alguna vez aquello de “todo es ponerse”? habla un poco de este fenómeno. A veces nos cuesta mucho empezar una actividad o algo que tenemos pendiente y después de unos minutos realizándolo, nos motivamos.
Sería algo así como romper el círculo de la postergación o salir del apalancamiento. Lo mismo pasa cuando hacemos deporte, a veces necesitamos hacer un súper esfuerzo para ponernos las deportivas y salir, pero una vez estás en ello te sientes espléndido/a y no querrías parar.
¿Cómo me puede ayudar un proceso de coaching?
Lo primero que hacemos en un proceso de coaching es marcar muy bien tus objetivos a seguir y asegurarnos de que estos realmente te motivan. En ocasiones trabajando este paso ya obtenemos grandes avances.
Trabajar tus creencias limitantes muchas veces también causa un fuerte impacto en tu motivación, pues en ocasiones nos privamos de ciertas alternativas que nos motivan sólo por pensar inconscientemente que no podemos o que no somos merecedores/as.
Otros elementos clave que trabajamos en las sesiones de coaching para promover tu motivación son las emociones que entren en juego, así como el diseño y seguimiento de tu plan de acción a medida.
Si quieres que veamos tu caso y valoremos si te puedo ayudar desde el coaching, contáctame sin compromiso a www.cristinamongecoach.com
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