Muchas personas viven con sufrimiento el hecho de tener que adaptarse a los cambios en el trabajo y de ver cómo su lugar “seguro” tambalea. Aunque hay la idea que permanecer en una empresa durante años es sinónimo de estar en la zona de confort, no siempre es así.

adaptación cambio

Para quien aún creyera en el “para siempre”, el covid nos ha dejado claro que es un concepto en extinción, y también lo están descubriendo personas que llevan décadas en las cenas de navidad.

Un ascenso, un cargo de liderazgo por primera vez, un compañero o jefe nuevo, un cambio en la empresa (por ejemplo, la digitalización) … son noticias buenísimas con las que ponemos el cava en frío… ¿pero que pasa al día siguiente? en algunas personas, la preocupación invade sus vidas.

Saliendo de la zona de confort

Como ya sabéis, la zona de confort está formada por todos esos hábitos, costumbres, competencias, habilidades, personas… que forman parte de nuestro día a día. En ella nos sentirmos seguros, creemos que nada malo nos va a pasar. Por eso queremos permanecer ahí.

Cuando los acontecimientos, por ejemplo los cambios en el trabajo, nos sacan de la zona de confort, el humano tiene que recorrer un camino hasta incorporar esas “nuevas cosas” en su nueva zona de confort.

¿Qué encontraré en este camino?

En el camino de “salida de mi zona de confort”, encontrarás 4 fases diferentes. Aunque puedes leer el post que escribí hace un tiempo, La zona de confort te las recuerdo;

1. Zona de confort; como dicen en los aviones, tienes dos salidas delante, dos detrás y dos laterales de emergencia. ¿Sales o «te hacen salir»?

2. Zona del miedo; Muchas personas, cuando salen de la zona segura se sienten en peligro. Algunas, por no poder soportar esa sensación, regresan hacía la zona de confort. ¿Y que pasa con las que siguen?

3. Zona de aprendizajes; Aquí es donde adquirimos nuevos aprendizajes, competencias y habilidades. Aquí mutamos, nos enriquecemos, crecemos, evolucionamos…somos orugas convirtiéndonos en mariposas.

4. Zona de éxitos y fracasos; ¿has dicho fracasos? ¿todo este camino y no tengo el premio asegurado?

Lo que es seguro es que cuando el humano llega a esta zona, la zona de confort se amplia y la persona ha evolucionado y crecido.

Aquí, en la zona de éxitos y fracasos puede ser que las cosas salgan como esperábamos y volvamos a colocar el cava en frío, o, puede ser que debamos incorporar nuevos aprendizajes para alcanzar lo que teníamos en mente.

¿Y eso del fracaso… me lo puedes explicar mejor? Imagina que haces un un pastel y te sale crudo.  Deberás poner-lo otra vez en el horno o repetirlo con nuevos aprendizajes, pero tú no serás el mismo «pastelero», pues tendrás la experiencia de cómo no hacer un pastel crudo, es decir, habrás crecido.

¿Qué hago si estoy sufriendo por cambios en el trabajo?

Adaptarse o morir, la frase es muy bonita y está muy bien para tatuármela, pero ¿como lo hago?

A todas las personas que a causa de un cambio estáis  sufriendo, que entráis en las reuniones temblando, que tenéis miedo a usar vuestra voz, que debéis lidiar con el nuevo jefe o compañero, que no avanzáis por terror a equivocaros…

Os invito a responderos estas preguntas;

1. ¿En qué zona estoy?
2. ¿En qué zona quiero estar?
3. ¿Qué necesito aprender para llegar ahí?
4. ¿Cómo lo voy a aprender?
5. ¿Qué voy a poner de mi parte para para lograrlo?

Pensar en otros momentos de tu vida donde viviste una experiencia similar, puede ayudarte a recordar qué te funcionó y extrapolarlo a la situación actual.

También puedes expresar tus sentimientos con tus amigos y familiares, ya sabes, expresar tus preocupaciones las divide a la mitad. Eso si, ojo con los consejos, no los tomes todos como verdades absolutas. Aún la persona que te quiere más del mundo puede darte el consejo equivocado. Escucha y decide que te sirve a TI.

El cambio da miedo

Cambiar implica soltar, y eso muchas veces nos duele y nos da miedo (por eso nos resistimos). Soltar implica transitar una fase de duelo (despedirse de cosas, cargos, compañeros, reconocimiento o incluso de lugares físicos).

La aceptación será en este caso (igual que en muchos otros), nuestra gran aliada. Si vendieran aceptación en las farmacias… nuestras vidas serían más fáciles ¿no? pero no la venden, debemos fabricarla nosotros.

Aceptar el cambio, despedirnos y abrir los brazos para recibir todo aquello que ya está en marcha y apunto de llegar en nuestro camino. Y que puede ser maravilloso.

Si quieres leer más sobre el cambio, te dejo este post de mi profesor y compañero Marc Marín, súper interesante; Errores en los procesos de cambio empresarial

Si necesitas que te acompañe en este momento de cambios , no dudes en  escribirme. Escucharé tu caso y valoraré si el coaching te puede ayudar.

Hasta pronto,