El síndrome postvacacional, también llamado tristeza postvacacional o depresión post-viaje se refiere a las emociones que aparecen después de las vacaciones, cuando toca volver a adaptarse a las rutinas, hábitos y tareas laborales.

Los expertos dicen que afecta al 30% de la población adulta y en la mayoría de los casos dura aproximadamente 15 días. Puede causar debilidad, poca energía, falta de motivación, insomnio, somnolencia y incapacidad de concentración.

Lo que todos te aconsejan sobre el síndrome postvacacional

Antes de escribir este post busqué que temas aparecen por internet sobre el síndrome postvacacional y me di cuenta de que casi todos los artículos tratan sobre cómo eliminar la tristeza postvacacional. En pocas palabras; cómo hacer para que se te vayan esas emociones y puedas seguir con tu vida “cómo si nada”.

Los consejos que he encontrado sobre la tristeza postvacacional vienen a decir algo así cómo; tu empieza con tus rutinas y aunque tu cuerpo esté triste, cansado, sin energía… sigue y verás que en pocos días te vuelves a habituar a tu “m….. de vida”. Y si todo va bien, para diciembre ya no te acuerdas de lo feliz que fuiste en tus vacaciones.

Es por este motivo que en este post no voy a darte consejos sobre como superar el síndrome postvacacional, ni tampoco remedios para que el síndrome sea más leve. Voy a acompañarte a ver la otra cara de la moneda; ¿Para qué está ahí el síndrome o tristeza postvacacionales?

síndrome postvacacional

¿Para qué sirve la tristeza postvacacional?

La tristeza es una emoción y forma parte de las 5 emociones primarias. De ella derivan otras muchas emociones cómo el aburrimiento, la pasividad, el desánimo, la lástima, el dolor, el vació, el pesimismo… y también la depresión.

Las emociones llaman a nuestra puerta porque quieren aportarnos información y en concreto, la tristeza nos avisa de que hemos vivido una pérdida de cualquier índole (personas, trabajos, cosas, sentimientos…). Además, el grado de tristeza que sentimos, es proporcional al valor que tenía para nosotros aquello que hemos perdido.

La tristeza no solo nos trae información para tomar consciencia, sino que nos induce al retraimiento y a la soledad para lograr esa reflexión y mirada interior que más tarde sanará lo que está por curar. ¿Y si no le hacemos caso? entonces seguirá tocando a nuestra puerta… ella es como un cartero con una carta certificada.

3 preguntas que puedes hacerte si sientes tristeza post-vacaciones

– ¿De qué te informa la tristeza?
– ¿Qué has perdido?
– ¿Qué significado tiene para ti lo perdido?

Muchas personas ya saben la causa de su síndrome postvacacional; reconocen que sus trabajos actuales ya no les llenan, pero sus creencias limitantes les impiden cambiar. Les paralizan pensamientos cómo “soy demasiado mayor para cambiar de sector”, “el mercado está muy mal”, “al principio nadie me comprará”, “siento que tiro por la borda todo lo conseguido hasta el momento”.

En cambio, hay otras personas que, por el solo hecho de pensar distinto, hacen el cambio y tienen éxito. Sus pensamientos en lugar de ser limitantes son potenciadores: “puedo cambiar de sector a cualquier edad”, “encontraré la forma de hacerlo”, “pueden comprarme desde el principio”, “el camino recorrido es aprendizaje que siempre estará en mi”.

Y es que el ser humano es experto en crearse la historia perfecta para mantenerse en la zona de confort, sin cambios y sin peligros aparentes… aunque según mi punto de vista no hay peligro más grande que vivir sin ilusión.

sindrome postvacacional

Cambios que realizaron algunas personas gracias al síndrome postvacacional

1. Cambio de sector

Puede ser que ya no te llene lo que haces, y tienes derecho a sentirte así. La mayoría de las personas sienten culpa por haber invertido tiempo y esfuerzo en un sector profesional y luego cambiar. Sienten que lo tiran todo por la borda, pero en realidad no es así, ya que todo lo que realizamos en la vida nos aporta aprendizaje.

Agradece tu camino recorrido, intégralo cómo una parte más de ti y permítete cambiar si así lo deseas. Si te duele mucho la palabra cambiar, puedes utilizar la palabra expandir, que habla más de integrar todo aquello que sabemos y somos.

2. Seguir en el mismo sector cambiando de formato… y todo gracias al síndrome postvacacional

Puede ser que siga gustándote aquello que haces, pero simplemente te has cansado de tu empresa, de tus compis o de ser asalariado… quizá te apetece emprender o empezar a delegar más para dirigir tu negocio. Sea lo que sea, ¡permítetelo! Sin objetivos que realmente te ilusionen …. ¿cómo vas a levantarte de la cama?

3. Añadir algo nuevo a la rutina… sin la tristeza post-vacaciones no hubieran dado el paso

A veces recuperar la ilusión es simplemente añadir algo nuevo que no está en tu vida, es decir, salir de tu zona de confort. Por ejemplo, introducir una nueva afición (tocar el piano), desarrollar nuevas habilidades (aprender un idioma), apostar por nuevos comportamientos (empezar a decir “no”), o simplemente cambiar tus pensamientos (enfocarme en lo positivo). Si, si, pensar de forma distinta también es salir de tu zona de confort.

4. Objetivos más allá de los límites mentales

Está muy bien que te pongas nuevos objetivos cada setiembre o enero… pero ¿dónde están situados estos objetivos? ¿Fuera o dentro de tu zona de confort? Ir más allá de lo que es cómodo para ti, te aportará beneficios y éxitos.

Hasta aquí el post de hoy, espero que te haya gustado. Si necesitas acompañamiento para transitar tu síndrome postvacacional o para planificar qué cosas quieres que pasen en este próximo periodo, contacta conmigo. Te ofrezco una sesión exploratoria sin coste para poder conocernos, explicarte cómo trabajo y ver más de cerca tu caso. ¡Te espero!

¿Qué opinas sobre el síndrome posvacacional?